A SEGUNDOS DE LA MUERTE
Una
habitación a oscuras. En ella, una chica con aspecto demacrado, de pie en el
centro de la habitación, lleva una pistola en las manos. Se apunta a la cabeza
pero no dispara. Al fondo de la habitación, de entre las sombras, aparece una chica, pálida y ensangrentada.
Conciencia: Venga, hazlo.
LAURA. (Sobresaltada, deja caer el arma y mira atrás) ¿Quién eres tú?
CONCIENCIA. ¿Yo?... (Se acerca a Laura, despacio, con una
sonrisa malévola) Tus miedos y deseos más oscuros (llega a su lado y le susurra al oído) Soy tú, o lo que queda de ti.
(Pausa)
Laura se mira fijamente las manos y comprende de quién se trata.
LAURA. ¿Mi conciencia? Pensé que te
habías ido hace tiempo.
CONCIENCIA. He estado siempre
contigo, te he visto hundirte y desear desaparecer. Te he acompañado en cada
momento debilidad, he sido tu sombra.
LAURA. ¿Mi sombra?... (Con rabia) ¿Dónde estabas tú entonces
cuando estaba sola?, ¿dónde estabas cuando ya no me quedaba nada?
CONCIENCIA. No soy tu ángel, he
estado esperando el momento oportuno para aparecer, ahora, mírame (pausa) (Laura no mira) ¡MÍRAME!
LAURA. (Se da la vuelta y se fija en ella, ve que está llena de sangre y se
asusta) ¿Qué has hecho?
CONCIENCIA. Lo que tú no te has
atrevido a hacer, disparar.
(Laura mira la pistola, tirada en el suelo)
CONCIENCIA. (Ve que Laura duda, por lo que se acerca a ella, poniendo una postura
amable) ¿Vas a dudar ahora?
LAURA. (Con inseguridad) … No sé se quiero hacerlo…
CONCIENCIA. Llevas años deseándolo,
lo he visto. Estás cansada de todo, no haces más que dar pasos en falso y
destrozarlo todo. Piensa en cómo te sientes. Estás rota, Laura, eres frágil y
débil, llevas muerta mucho tiempo, ya no sientes nada salvo esa presión
constante en el pecho, que te ahoga. (Pausa)
Hazlo.
LAURA. (Al escuchar eso, cae de rodillas) No puedo hacerlo, he luchado
demasiado todos estos años, no puedo rendirme ahora.
CONCIENCIA. (Con rabia) No has luchado, solo te has dejado llevar por emociones
sin ningún tipo de control. Ahora estás acabada, te han abandonado, jugado contigo,
roto … (Laura le interrumpe)
LAURA. ¡Y aún sigo aquí!
CONCIENCIA. ¡Mírate los brazos y
dime qué forma de seguir es esa!
Laura
se mira los brazos, llenos de cortes, empieza a llorar y coge la pistola.
CONCIENCIA. (Alegre) Eso es, ahora simplemente aprieta ese gatillo, y todo habrá
terminado.
LAURA. (Sin
emoción) ¿Todo?, ¿Se irá el dolor, la presión del pecho… Los recuerdos?
CONCIENCIA. Solo tienes que
disparar.
(Pausa) (Laura se queda totalmente quieta, mirando el arma que tiene en
la mano, empieza a llorar)
LAURA. ¿Tan sola estoy que ni
siquiera tú me ayudas?
CONCIENCIA. Yo nunca te he ayudado.
No he venido a salvarte, sino a liberarte.
(Laura se lleva la pistola a la cabeza)
LAURA. Supongo que ya no me queda
otra salida, (mira fijamente a Conciencia)
¿O queda esperanza?
CONCIENCIA. Deja de engañarte, tu
esperanza desapareció en el momento en el que dejaste de sentir algo que no
fuese dolor. Quieres hacerlo, por aterrorizada que estés, sabes que ya no queda
nada para ti, por eso tienes un arma en tu mano (pausa) por eso estoy yo aquí.
LAURA. (Tras un momento de pausa) No. (Suela
el arma)
CONCIENCIA. (Sorprendida) ¿No?
LAURA. No soy tan débil como crees,
estoy rota, sí, pero nadie ha podido acabar conmigo. Mi peor enemigo eres tú,
¡siempre que he intentado salir a flote me has vuelto a hundir¡ no eres más que
toda la miseria que tengo en mi cabeza.
(Conciencia va hacia el escritorio que hay al lado de la ventada y coge
un cuaderno)
CONCIENCIA. (Rabiosa, tira el cuaderno al lado de Laura) Ahí tienes toda tu
miseria, todas tus caídas y tus noches sin dormir. No me eches la culpa de todo
lo que hay ahí dentro, eso no es más que una verdad que no haces más que
intentar ocultar. Deja de mentirte y de culparme, todo esto es obra tuya.
(Laura coge el cuaderno y lo mira, se pone frente a conciencia)
LAURA. (Mostrándole el cuaderno) Esto es lo único que me ha mantenido
cuerda mientras tú te dedicabas a torturarme. Siempre que me caía, que lloraba,
que no quería ni levantarme de la cama, aparecías tú con todos tus malditos
recuerdos para recordarme todas las puñaladas pasadas. (Suelta el cuaderno y coge la pistola, pero esta vez apunta a
Conciencia)
CONCIENCIA. (Sonriendo) Oh, así que por fin te has dado cuenta.
LAURA. Eres un monstruo.
CONCIENCIA. No, soy tú, ¿recuerdas?
Tu peor pesadilla.
LAURA. Siempre has querido
destruirme, no eres más que un demonio sediento de sangre, yo jamás sería tan
rastrera.
(Pausa)
CONCIENCIA. No vas a hacerlo.
LAURA. (Con una sonrisa) No me pongas a prueba, no voy a dejar que sigas
torturándome.
CONCIENCIA. ¿Y qué vas a hacer sin mí?
No puedes matarme, no puedes acabar conmigo.
LAURA. No te necesito, debería
haberme enfrentado a ti hace mucho tiempo.
CONCIENCIA. (Se acerca hasta pegar el cañón de las pistola a su cabeza) Adelante,
te conozco y sé que no lo harás. Soy tu cabeza, ¿recuerdas?
LAURA. (Pausa) (duda y empieza a bajar el arma) No vas a poder conmigo,
vas a quedarte y ver como consigo superarlo
todo.
CONCIENCIA. Mientras yo esté aquí
siempre tendrás esa pistola en la mano.
LAURA. (Se dirige hacia la puerta de la habitación, dándole la espalda a
Conciencia)
CONCIENCIA. ¡NO PUEDES DESHACERTE
DE Mí! Ni esconderte.
(Laura se para en seco, y mira a Conciencia)
LAURA. ¿Sabes? Esta vez voy a ser
más fuerte que tú, y te darás cuenta de que soy invencible. (le tira la pistola a Conciencia) No la voy a volver a necesitar.
(Conciencia se queda mirando el arma que tiene sus pies, con cara de
desconcierto, mientras Laura sale de la habitación)
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