¿Qué hay en el amor que nos haga sentir tan bien? ¿Un beso, un abrazo, una sonrisa?
El amor va mucho más lejos de los gestos físicos de cariño, encuentras a una persona que te hace sentir mejor con tan solo su presencia, es hermoso y aterrador.
Amar es ser capaz de sacrificarte para que dicha persona sea feliz, es tragarte un orgullo demasiado grande y admitir que las cosas no salen siempre como queremos. Admitir los errores, pelear con tu propia alma en una batalla de emociones en la que no sabes si será la mente o el corazón lo que gane.
Eres consciente de que existe un riesgo, y es que puedes acabar destruyéndote pero te ariesgas, expones tu corazón en unos recuerdos que pueden ser la causa de tu alegría o la razón de noches de confesiones ahogadas en una almohada.
Amar es darle a esa persona el poder para destruirte y confiar tanto en ella que al final estás seguro de que no lo hará. Entregas tu alma y tu vida a esa persona, le regalas tu corazón en una caja con la esperanza de que lo cure de tanto dolor.
¿Puedes salir perdiendo? Sí, a final, puede que tu corazón vuelva con más cicatrices de las que tenía... O puede que no. Las cosas puedes salir bien si somos lo suficientemente fuertes y conscientes de ellas, no hay nada imposible para unos ideales bien determinados. Por eso nos arriesgamos, juramos que saldrá bien, que será diferente, y eso depende únicamente de nosotros. ¿Quieres demostrar que eres fuerte? Ten el valor de enfrentarte una vez más a la luz del sol.
Nadie dijo nunca que el amor fuese facil. Pero resulta que el ser humano no suele buscar lo facil, lo que facil llega, facil se va. Puede merecer la pena si hace que te sientas lleno, si al acabar el día descubres que por muy mal que hayan ido las cosas su sonrisa ejerce un efecto tranquilizante en ti merecerá la pena.
Porque hay momentos malos, pero no significa que no se puedan superar. Pon un corazón dispuesto, un sentimiento sincero, un par de convicciones, una meta, y tendrás tu premio, superarás los problemas y serás capaz de alzarte más fuerte y seguro que nunca.
Una persona me dijo una vez que las cosas no pueden ir mal siempre, en algún momento tienen que mejorar.
Y es cierto. Amar es arriesgado, sí, pero también es la mayor fuente de fuerza que puede surgir en ti. Y es que no hay poder más grande que el de desear con todas tus fuerzas ver feliz a alguien.
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