martes, 18 de junio de 2013

Choque de realidad

Era cada vez más difícil. Cada lágrima. Cada palabra. Eran movimientos indefinidos de una lucha constante. La lucha por vivir.

Quería sobrevivir, quería demostrar que era mucho más que una chica asustada y cabizbaja, estaba cansada de ser la persona de menor importancia, como si fuera un ratón rodeado de gatos cuando nunca fue un ratón, si no un león. Ya se había cansado de vivir siempre a la sombra de los demás, quería triunfar, quería brillar... Pero cuando parecía que daba un paso hacía delante las sombras se cernían sobre ella y la historia volvía a repetirse. "La pobre chica de la historia triste y cruel", ya estaba cansada de aquel cuento y de no resultar más que una decepción constante. Tenía el poder de hacer que las palabras fluyesen sobre un fondo blanco como un río de tinta y según tenía entendido también tenía el poder de mostrar algo frente a los focos... Pero nada más. Parecía que su vida giraba en un infinito enigma en el que las dudas eran mayores que las respuestas. Y es que no era capaz de conseguir que la gente creyera en ella, todo parecía un mero pasatiempo del que nadie confiaba... Una simple ilusión insostenible.

Y ahora que empezaba a avanzar hacia delante, pasito a pasito en dirección a su sueño, se sentía perdida y llena de miedo. Y es que al parecer tanta falta de fe habían hecho mella en su alma convirtiéndola en una persona con escasez de autoconfianza.
Su alma, su corazón... Siempre estuvieron dañados, siempre tuvieron heridas que no se han curado. Era una persona herida con un miedo atroz a perder a la persona que más quería y a volver a esa oscura soledad.

No era más que un sueño sin sentido que cada vez se hacía más pesado. No era más que una sombra en la pared, una ilusión inalcanzable.

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