viernes, 31 de agosto de 2012

Demonio


Soy un ser despreciable, un monstruo, un alma negra que habita en un cuerpo humano y que los años crearon. Nacida en el abismo he crecido alimentada por el dolor y el odio, invadiendo poco a poco el alma sana que irradiaba luz propia, y apoderándome del cuerpo para consumirlo lentamente en las sombras.
Soy el miedo que juega con tu mente para crear una criatura oscura y esplendida, un ser que te ha visto en los momentos de llantos y ha hecho de ti el demonio con cuerpo humano que eres ahora.
Gracias a mí ya no hay rayo de sol ni luz celestial que pueda salvarte, estás atado a la oscuridad y tu cuerpo yacerá aquí, entre gritos y risas de sangre, arrastrando los fantasmas de tu pasado mientras yo observo como las tinieblas nublan tu vista hasta destruir todo rastro de luz. Y será entonces, cuando no queden sonrisas de alegría y en tus ojos no se aprecie más que el ansiado deseo sangre, cuando serás liberado de tus cadenas y podrás volver a levantarte, esta vez con la muerte agarrada de la mano y con el odio que albergabas en tu corazón como impulso y bandera.
Soy un veneno incurable que ha permanecido inerte durante años, esperando a que el dolor creciera para poder convertirlo en odio y alimentarme de él. Vivirás entre sangre y lágrimas hasta que sea la propia muerte la que decida darte la libertad, y de esa forma yo me habré cobrado otra alma humana, convirtiendo al ángel en demonio.

Soy el ser repulsivo que aguarda en la oscuridad de tu corazón, que espera la oportunidad de perturbar tu alma y de arrastraste al mundo de las lágrimas de sangre y los juegos de las sombras. 

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